Si eres gerente o director sabrás lo exigente que es ejercer ese rol de forma óptima. Seguro te encuentras lidiando, día a día, con dificultades que afectan tu liderazgo y el éxito alcanzado. Si te identificas con alguno de estos retos, no estás solo. Aquí te presento las primeras 6 dificultades comunes y algunas reflexiones que te ayudarán a enfocarte en superar estos obstáculos y fortalecer tu rol como líder.
1. ¿Te cuesta delegar?
Muchos líderes piensan que nadie hace las tareas mejor que ellos, otras veces el sentido de urgencia crónico de algunos jefes hace que asuman la operatividad por sus propias manos, reclamando que ¨nadie me lleva el ritmo¨. Sea cual sea la causa, saber delegar es una habilidad crucial para cualquier gerente y para el crecimiento de una empresa. Si no puedes delegar de manera efectiva, te encontrarás abrumado y sin tiempo para enfocarte en objetivos estratégicos por estar dedicado a la operatividad.
Pregúntate: ¿En qué tareas te enfocas demasiado y cuáles podrías delegar? ¿Estás identificando y desarrollando el potencial de tu equipo? ¿la impaciencia te lleva a encargarte de las tareas de los demas? Recuerda que la delegación no significa abandonar las responsabilidades, sino distribuirlas equitativamente y asegurarse de que se completen correctamente.
2. ¿No sabes comunicarte de forma efectiva?
Uno de los principales obstáculos en el camino hacia el éxito es la comunicación. Las empresas sufren por los problemas de comunicación en todos los niveles, afectado el desempeño y los resultados. Es difícil encontrar un líder que sea realmente un excelente comunicador. Se podría decir que esta es una de las dificultades más comunes en el liderazgo. Un líder debe ser capaz de entender y conectar con su equipo. Si te falta habilidades de comunicación efectiva, puede ser difícil construir relaciones sólidas y trabajar bien en equipo.
Pregúntate: ¿Estás tomando el tiempo para conocer a tu equipo y sus necesidades? ¿Estás proporcionando retroalimentación constructiva y escuchando activamente las ideas y preocupaciones de tu equipo? ¿Estás trasmitiendo claramente la visión de futuro? Recuerda que la comunicación no solo es hablar, sino también escuchar, comprender, confirmar, preguntar, integrar visiones. No te conformes solo con hablar bien.
3. ¿Se te hace difícil tomar decisiones?
Tomar buenas decisiones en tiempos cambiantes es complejo. Sentir claridad al momento de decidir no siempre es posible, sin embargo, un líder debe ser capaz de tomar decisiones oportunas y efectivas, incluso en momentos de confusión. Hay situaciones importantes en donde hay muchas cosas en juego y puede pasar que no haya tiempo para analizar y reflexionar todo lo que te gustaría, se tiene que actuar y asumir riesgos. Si te cuesta tomar decisiones, puedes estar generando incertidumbre y desconfianza.
Pregúntate: ¿Estás analizando y evaluando las opciones disponibles de manera efectiva incluso cuando hay urgencia para actuar? ¿Estás considerando el impacto a largo plazo de tus decisiones? ¿Estás comunicando tus decisiones a tu equipo para reducir la incertidumbre? ¿Estás tomando en cuenta los diferentes puntos de vista dentro del equipo antes de decidir? Recuerda que estamos tomando decisiones todo el tiempo, no tomar una decisión es otra forma de decidir. Mientras más consciente te vuelvas al actuar, tendrás más chance de descubrir los patrones incoscientes en tu estilo de toma de decisiones.
4. ¿Te falta motivación personal?
Es difícil mantener siempre en alto la motivación personal. A veces las energías fallan. Sin embargo, un líder debe saber manejar de forma óptima su compromiso y energía para inspirar a su equipo. Si te falta motivación personal, puede ser difícil mantener el rendimiento y la productividad en tu personal. No puedes dar lo que no tienes. Si te falta motivación es probable que estés proyectando desánimo incluso sin darte cuenta. Por mucho que disimules en algún momento se va a notar.
Pregúntate: ¿Estás estableciendo metas claras y motivadoras para ti mismo y tu equipo? ¿Estás reconociendo y celebrando los éxitos de tu equipo? ¿Estás tomando tiempo de calidad para cuidar tu bienestar emocional y físico? Recuerda que no todo es trabajo y que puedes recuperar energía haciendo cosas en el día a día que te conecten con el placer y el descanso.
5. ¿Se te dificulta manejar los conflictos?
Los conflictos son inevitables en cualquier empresa y un verdadero líder debe ser capaz de manejarlos de forma efectiva. Si te cuesta manejar los conflictos de manera adecuada, puedes estar creando un ambiente de trabajo tóxico y negativo.
Pregúntate: ¿Estás abordando los conflictos de manera constructiva y enfocándote en soluciones en lugar de culpar a los demás? ¿Estás manteniendo la calma y el profesionalismo en situaciones difíciles? ¿Estás actuando con consciencia para evitar que tu actitud sea una fuente de conflictos? Recuerda quemuchas veces es la actitud que asumes frente a las crisis la que genera el conflicto. Con frecuencia cambiando la actitud mejora drásticamente la situación. Observa tu actitud cada vez que enfrentes una situación adversa y transfórmala conscientemente en favor de encontrar una solución.
6. ¿Pierdes la calma bajo presión?
Muchos líderes actúan de forma impulsiva y reactiva frente a situaciones de presión. Un líder debe ser capaz de mantener la calma y actuar con lucidez en momentos críticos. Si te cuesta manejar la presión y el estrés, puedes generar incertidumbre, miedo y desconfianza en tu entorno.
Pregúntate: ¿Estás tomando el tiempo para desarrollar estrategias para manejar el estrés? ¿Estás manteniendo la perspectiva y enfocándote en las soluciones en lugar de en los problemas? ¿Estás aplicando alguna estrategia de control del estrés en momentos críticos? ¿Sabes cómo manejar tus emociones de forma óptima? Recuerda que frente a la presión es cuando se sabe si una persona es un verdadero líder. Si sientes que el estrés te abruma, explotas o actúas de forma impulsiva o impaciente frente a pequeños desafíos, es hora de que trabajes en tu fortaleza interior.