¿Cómo puede la gestión emocional efectiva en el lugar de trabajo conducir a un mayor éxito y productividad?
El equilibrio emocional es fundamental en todos los aspectos de la vida, ya que contribuye a nuestro bienestar y felicidad. En el entorno laboral, la habilidad para gestionar nuestras emociones de manera saludable y constructiva es esencial para el éxito como líderes.
Es crucial entender y aplicar este concepto para optimizar los resultados de nuestros colaboradores y de la empresa.
A lo largo de mi carrera, he observado a muchos líderes con un gran potencial que no logran alcanzar su máximo rendimiento debido a su incapacidad para manejar sus emociones y las de sus colaboradores. Esto no significa que debamos eliminar las emociones negativas, sino aprender a gestionarlas.
La felicidad y la tristeza son parte de la vida y estarán presentes ocasionalmente. Todo depende de cómo las experimentamos de la manera más adecuada.
El entorno laboral está lleno de desafíos y es normal experimentar frustración, ira o decepción. También podemos sentir alegría, valentía, confianza e incluso diversión. Sin embargo, como líderes, debemos mantener el equilibrio interno para preservar nuestra salud mental y física, al tiempo que cuidamos el ambiente laboral en la empresa.
El Centro Europeo de Postgrado y Empresa (Ceupe) señala que, como líderes, debemos “reconocer y comprender” nuestras emociones. El equilibrio no depende únicamente de la gestión de las emociones incómodas; una mala gestión de las emociones positivas también puede generar problemas.
Frente a los desafíos diarios, siempre tenemos dos opciones: transformarlos en traumas o en retos. Esta elección se realiza de manera constante. Si optamos por el trauma, tendemos a victimizarnos, buscar culpables y generar sufrimiento. En cambio, si los vemos como retos, promovemos el diálogo, buscamos soluciones y generamos entusiasmo. Así, el problema no se convierte en una justificación para los dramas de la vida, sino en una fuente de oportunidades, cohesión de equipo y crecimiento. Todo dependerá de cómo el líder gestione los desafíos.
Como líderes, no debemos asumir que nuestros colaboradores “apagarán” sus emociones y se convertirán en seres fríos y duros en el entorno laboral. Tampoco debemos promover el mito de que quienes manifiestan sus sentimientos son “débiles” o que no saben controlarse. Lo importante es saber cuándo se puede expresar una emoción y tener responsabilidad con la manera en que nos manifestamos, según la consultora Inforges.
Los líderes tienen la responsabilidad de promover el bienestar y equilibrio emocional en el entorno laboral. Esto puede influir en muchos aspectos, como el aprecio, el respeto y la seguridad, al tiempo que promueve relaciones saludables entre colegas y superiores. No significa que todos deban estar siempre felices, sino tener una base sólida para afrontar los problemas.
Para ello, podemos aplicar varias herramientas como líderes:
Aprender de las experiencias negativas: estas pueden ser oportunidades de aprendizaje en las empresas. En lugar de resistirnos a ellas, evitarlas o ignorarlas, debemos enfrentarlas para cambiar la percepción y promover el crecimiento personal.
Gestión del estrés: es un estado de preocupación o tensión mental, generado por una situación difícil. Por tanto, como líderes debemos establecer rutinas que promuevan el descanso adecuado y el manejo de los momentos más complicados en el entorno laboral. La empatía es clave en estas situaciones.
Buena comunicación: es importante que, como líderes, demos el ejemplo y expresemos nuestras emociones, tanto las cómodas como las incómodas, de una manera clara y respetuosa. Los canales de comunicación abiertos y efectivos son necesarios para que los colaboradores se sientan seguros para expresar sus sentimientos, ideas e inquietudes. Esto es básico para tener bienestar emocional y crear un entorno laboral saludable.
Establecer metas realistas: los líderes deben establecer objetivos realistas para sí mismos y para la empresa. De esta manera, evitan la frustración y el estrés innecesario, tanto para ellos como para los colaboradores. Si las metas son alcanzables, se consigue un sentido de logro y bienestar en la empresa, generando emociones positivas en el equipo.
Formaciones en inteligencia emocional: las empresas deben buscar capacitaciones en esta área para que los colaboradores manejen correctamente sus emociones. La formación a nivel psicológico es importante para todas las empresas y permite construir relaciones más saludables entre el personal. Así, tendremos las herramientas para resolver los conflictos de forma constructiva y tomar las mejores decisiones a nivel emocional.
Puede haber muchas herramientas para lograr el equilibrio emocional en nuestra empresa, pero lo crucial es ser conscientes de la importancia de manejar estas situaciones.
Un líder capaz es aquel que puede manejar eficazmente sus decisiones e inspirar a su equipo, todo ello mientras mantiene un buen ambiente laboral. Sundar Pichai, CEO de Google, dice que practica la meditación y el yoga para manejar mejor sus emociones. Por su parte, el presidente ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, dice que las mejores decisiones las suele tomar con emociones estables y racionales. Es decir, cada líder y colaborador puede tener sus propias formas de conseguir el equilibrio emocional, pero es fundamental que tome decisiones para manejarlas.
Los estudios indican que un correcto manejo de emociones influye positivamente en el bienestar personal y laboral de los colaboradores. Es importante recordar que no somos solo jefes, sino personas que deben guiar y ser el ejemplo para todo el personal. Si tenemos actitudes saludables y positivas, es más probable que la empresa esté motivada y todos estén más felices.
Es un hecho que las emociones del personal tienen un impacto en la efectividad de las empresas. Las personas no son robots y es imposible que puedan apagar sus sentimientos. Como líderes, tenemos la responsabilidad de tener en cuenta esta situación y aprender cómo lograr el equilibrio emocional de nuestros colaboradores. Si hay un equilibrio emocional y un buen ambiente laboral, es más probable que podamos maximizar los resultados positivos y obtener mejores resultados.
Preguntas para la reflexión:
¿Estás gestionando correctamente tus emociones en el entorno laboral?
¿Cómo promueves el equilibrio emocional en tus colaboradores como líder?
¿Aplicas las herramientas adecuadas para manejar correctamente las emociones?
¿Qué herramientas crees que podrían aplicarse para mejorar el ambiente laboral?
¿Mantienes una buena comunicación con tus colaboradores?