La coherencia es una de las actitudes que más respetan los colaboradores de sus líderes. Cuando el líder no es coherente genera confusiones, inspira desconfianza y debilita su poder de influencia.
A continuación, se presentan algunos ejemplos de falta de coherencia que pueden afectar el liderazgo, junto con sugerencias para superar el efecto negativo de las mismas:
- Incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Si un líder promueve la honestidad y la transparencia, pero toma decisiones poco éticas, puede generar desconfianza en su equipo. La solución es asegurarse de que las acciones y las palabras estén alineadas, y que se tomen decisiones cónsonas con los valores y principios que se promueven.
- Incoherencia entre la autoimagen y la realidad. Si un líder se ve a sí mismo como alguien carismático y persuasivo, pero su equipo no lo percibe de esa manera, puede generar falta de empatía y conflictos. La solución es solicitar feedback y retroalimentación constante, para tener una imagen más realista de cómo le están percibiendo y poder trabajar en las áreas que necesite mejora.
- Incoherencia entre el pasado y el presente. Si un líder ha tenido éxito en el pasado pero no está logrando los mismos resultados en el presente, puede generar dudas y preocupaciones en su equipo. La solución es ser honesto acerca de los desafíos actuales y buscar soluciones creativas y efectivas para enfrentarlos.
- Incoherencia entre el pensamiento y la acción. Si un líder sabe lo que debe hacer para lograr un objetivo, pero no actúa en consecuencia, puede generar frustración y desmotivación en su equipo. La solución es identificar las barreras internas que impiden la acción y trabajar en ellas, ya sea a través de la motivación personal, la disciplina o la eliminación de distracciones.
- Incoherencia entre la necesidad de ser justo y la de tener que tomar una decisión impopular. Tener que tomar decisiones difíciles que pueden tener un impacto negativo en algunos miembros del equipo puede generar estrés y tensiones. La solución es asegurarse de que las decisiones estén basadas en criterios objetivos y justos, y de comunicar clara y empáticamente los argumentos a las personas afectadas.
En resumen, las diferentes formas en las que un jefe puede demostrar incoherencia afectan negativamente su liderazgo, pero pueden ser superadas mediante el fortalecimiento de la autoconsciencia y la autenticidad.
La coherencia entre lo que se dice y se hace, una imagen realista de sí mismo, la adaptación al presente, la acción efectiva y las decisiones bien fundamentadas, son actitudes y comportamientos indispensables, que el líder debe propiciar con el ejemplo, para transmitir confianza y estimular el compromiso del equipo, lo que se traduce en mejores resultados para la organización.
En tu empresa ¿Están los jefes liderando con el ejemplo? ¿Saben los líderes generar confianza y fortalecer el compromiso del personal?